Las estafas por internet están a la orden del día. Navegar por Internet se ha vuelto algo cotidiano y aunque la mayoría de ocasiones es una actividad segura, no hay que perder de vista que existen ciertos riesgos.
Y es tu dinero lo que está en juego.
¿Se pueden estar a salvo en la Red de redes? Desde luego que sí, y el primer paso es conocer en qué consisten las principales estafas en Internet, que es lo que te contamos en este post.
También te contamos cómo actuar si eres víctima de una para minimizar al máximo los problemas.
Como ves, es información muy útil (aunque esperamos que nunca te haga falta 😉).
Índice del artículo
Los 5 métodos de estafas por Internet más comunes
Aunque los piratas informáticos cada día encuentran nuevos sistemas para apropiarse de lo que no es suyo, digamos que tienen unas técnicas favoritas para conseguirlo.
En concreto son estas 5, y conocerlas te ayuda a no caer en ellas.
1. Phising
El objetivo de este sistema esta claro: conseguir tus datos de acceso de una plataforma concreta (lo normal es que sea el usuario y contraseña de tu banco online).
Para lograrlo, te envían un correo electrónico haciéndose pasar por la empresa que tiene tus datos y en él, incluyen un enlace que te deriva a un formulario donde te piden tus credenciales.
Y ahí es donde las roban.
Por suerte para nosotros, si sabes en qué fijarte es muy sencillo descubrir si se trata de un correo real o uno de phising:
- El remitente: si la dirección de correo no es corporativa, sospecha.
- El texto: si no está bien escrito (o parece traducido directamente desde Google Translate) mal asunto.
- La URL: si el dominio no es el oficial y/o no cuenta con certificado SSL (no empieza por «https»), sal corriendo.
Con esos 3 puntos basta para detectar un intento de pesca (que es como se traduce phising).
2. Vishing
Viene a ser lo mismo que el phising solo que en este caso, se hace a través de una llamada de teléfono en la que se te pide que marques un número.
Normalmente porque te ha tocado un sorteo, tienes una oferta exclusiva para ti, te quieren regalar algo, etc.
No caer en la trampa es muy sencillo: basta con no hacerle caso al mensaje (sobre todo, si no has participado en ninguna rifa o sorteo) pero si tienes dudas, busca en Google el número de teléfono.
Hay páginas que se dedican a recopilar los que usan los estafadores y si lo es, te aparecerá en los primeros resultados (seguramente porque han hecho un buen curso SEO).
Existe otra variante de este tipo conocida como SMishing que como imaginarás, consiste en mensajes de texto a tu móvil.
3. Pharming
El pharming es un tipo de phising, solo que más sofisticado y por tanto, más complicado de detectar.
Este método se basa en encontrar un punto débil en una página web y a través de él, «colar» un enlace que lleve a una dirección fraudulenta (que imita la web original) desde la que robar tus datos.
Una vez más, para estar a salvo solo tienes que estar atento y comprobar que todos links te dirigen a páginas de confianza(y hablando de esto, ¿sabes qué es el link building?).
4. Carding
Técnicamente el carding no es un método de estafa en Internet, sino el resultado positivo (para el delincuente) que consigue con alguno de los métodos de más arriba.
Porque se conoce con este nombre a cualquier movimiento que se hace en una cuenta bancaria sin autorización del dueño.
En este caso ya es tarde para evitar ser estafado, pero el tiempo corre en tu contra porque cuanto antes lo detectes, más pronto podrás avisar a tu entidad bancaria del robo y proteger tu dinero de manos ajenas.
5. Spamming
El más conocido de todos y el más común (y si no, ve a la carpeta de spam de tu correo electrónico y mira cuántos correos de este tipo tiene).
Aunque a diferencia del phising, pharming o vishing, el objetivo aquí no es hacerte con tus datos sino venderte un producto milagroso a un precio ridículo.
Vamos, el típico correo de «aprende a hablar inglés sin esfuerzo y en 2 semanas. Los 7 secretos que las academias no quieren que conozcas».
Para protegerte en estos casos lo único que tienes que hacer es aplicar el sentido común y pensar eso de «si es demasiado bueno para ser real, probablemente no lo sea».
¿Cómo denunciar estafas por Internet?
En caso de que estos consejos lleguen tarde y seas víctima de una estafa en Internet, hay varias acciones que debes hacer para que el daño sea lo menor posible.
La primera de todas es recopilar el máximo de información posible sobre el presunto estafador:
- Nombre.
- Dirección web.
- Documentos intercambiados (emails, facturas, etc.).
- Datos de la empresa.
- Y cualquiera que consideres relevantes.
Una vez conseguidos, te aconsejamos que los certifiques de forma oficial (por ejemplo con eGarante, una plataforma online que se dedica a esto) para que en un posible juicio sean válidos.
Y por supuesto, que interpongas una denuncia.
Puedes hacerlo de forma presencial o a través de la página web de la Policía o la de la Guardia Civil.
Y para evitar que les pase a otros, dirígete al portal de Colaboración Ciudadana y cuenta todo lo que ha ocurrido en su formulario. Ellos se encargarán de que tu información llegue a más personas y así evitas que se sigan lucrando.
Por último, también puedes dirigirte a la Oficina del Consumidor a denunciar lo ocurrido.
Estafas por Internet, una (triste) realidad que no debes perder de vista
Aquí termina nuestro post con las estafas más comunes en Internet. Esperamos que te sirva para navegar más seguro y disfrutar sin riesgo de las muchas ventajas que tiene la Red de redes.
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